Si bien no existe una definición exacta de lo que es la complejidad, al menos aceptada como generalidad, podemos asociarla al grado de información necesaria para describir algún ente natural, o artificial.
A medida que crece la complejidad va apareciendo cierto grado de autoconsciencia.
Pero es, evidentemente, en lo viviente donde se descubre con toda su claridad, y toda su aditividad; al mismo tiempo que se transpone en una forma cómoda y simplificada: la deriva de cerebración”.
“En la perfección y la cefalización crecientes de los sistemas nerviosos, tenemos, auténticamente, según parece, un parámetro concreto y preciso que permite seguir, a través de la jungla de las formas vivientes, la variación absoluta y útil de la corpuscularidad cósmica” Desde las partículas fundamentales hasta los átomos y las moléculas: esta etapa es descripta por la física de partículas, involucrando la fase inicial del universo hasta llegar a las moléculas simples y la vida elemental.
Desde la vida inteligente hasta la plena adaptación cultural: La evolución cultural, a cargo del hombre, es la que permitirá establecer la etapa final hasta llegar a los valores óptimos de complejidad y consciencia.