Los tejidos celulares que en última instancia se convierten en dientes se originan en la capa germinal del embrión conocida como ectodermo, aunque hay compleja interacción entre ectodermo y mesodermo en su desarrollo.
La estructura general es similar en las diferentes especies, aunque hay una variedad considerable en su forma y posición.
Todos los dientes poseen pulpa dentaria, algún tipo de dentina y, en la parte más externa, esmalte, a excepción de los condrictios que poseen una sustancia similar al esmalte o esmaltoide.
[3] Los dientes de los mamíferos tienen raíces profundas, las que también se encuentran en algunos peces y cocodrilos.
De hecho, los dientes parecen haber evolucionado primero en los tiburones, ya que no se encuentran en los más primitivos peces sin mandíbula.
Las lampreas tienen estructuras dentales en la lengua, pero estas están compuestas de queratina y no tienen relación con los dientes verdaderos.
[4] Aunque se han encontrado estructuras dentales con dentina y esmalte en los últimos conodontos, se estima que han evolucionado independientemente de los dientes de los vertebrados posteriores.
[11] Al final del cámbrico, los peces ya tenían dentina en su exoesqueleto, que puede haber funcionado como defensa o para detectar su ambiente.
Existe un continuo entre un diente braquiodonte típico y un diente euhipsodonte, por lo cual suele medirse el grado de hipsodoncia en animales, particularmente en paleontología, mediante el índice de hipsodoncia, desarrollado por la paleontóloga británica Christine Marie Janis en 1988.
[16][17]Los anfibios modernos suelen tener dientes pequeños, o ninguno en absoluto, ya que comúnmente sólo se nutren de alimentos blandos.
[19][20][21][22] En los reptiles, los dientes generalmente son de forma simple y cónica, aunque hay cierta variedad entre las especies.
Los dientes de los mamíferos típicamente se dividen en incisivos, caninos, premolares y molares (o muelas).
Los incisivos, caninos y los premolares se reemplazan, mientras que las muelas, a pesar de ser los últimos dientes en aparecer, pertenecen en realidad a la dentición decidua y nunca son reemplazadas.
El número y tipo de dientes varía mucho entre especies, por eso los biólogos usan una fórmula dentaria estandarizada para describir el patrón preciso en cualquier grupo dado.
Los fetos de las ballenas presentan pequeños dientes, pero estos desaparecen antes del nacimiento.