Currito de la Cruz (película de 1949)

Su primera adaptación cinematográfica corrió a cargo del propio autor y fue rodada en 1925 en colaboración con el director y actor Fernando Delgado, quien hizo la segunda en 1935 para estrenarla al año siguiente.

Rafael Gil rodaría la última adaptación en 1965 con Francisco Rabal y Arturo Fernández como protagonistas.

Carmona (Manuel Luna) se corta la coleta tras treinta años en activo y su fiel cuadrilla le sigue.

Como su padre no acepta la relación, Rocío huye con Romerita, que la abandonaría poco después, cuando se queda embarazada.

El orgulloso Romerita hace caso omiso de la advertencia y sufre una grave cornada.

Al final, le ruega a Curro que cuide a su hija y dice: “Cuando sea mayor, no dejes que se le acerque ningún Ángel Romera”.

Rocío se da cuenta de que realmente quiere a Curro.

Basta con recordar la famosa secuencia de la saeta, cantada e interpretada por Nati Mistral, en la que esta -una hija descarriada- es perdonada en su maternidad extramatrimonial por su severo padre; o la no menos conocida secuencia en que este severo padre (el actor Manuel Luna) se corta la coleta al retirarse del oficio de matador de toros.

Dicho mundo, no obstante, parece ser que quedó satisfecho con el filme, sobre todo porque una buena parte de él se rodó al aire libre en dehesas auténticas y porque la cuadrilla que acompaña al matador Carmona (el mencionado Manuel Luna) fuera también real, a excepción del actor secundario Felix Fernández, que se agregó a la cuadrilla por necesidades de la acción cinematográfica.

El guion estaba basado en la novela homónima de Alejandro Pérez Lugín que, curiosamente, fue quien también dirigió la primera versión, con la ayuda del técnico cinematográfico Fernando Delgado.

Para ello, y aquí esta el mayor acierto, se elige un torero ya cuajado, que en aquellos años estaba en plena sazón y cuyo nombre estaba en la boca de los aficionados del momento.

Pero el nexo más firme entre Currito de la Cruz y Pepín Martín Vázquez, el que los mantiene ligados a lo largo del tiempo -y se cumplen este año sesenta de su rodaje- fue algo más que el éxito de la película tras su estreno, fue algo que no se podía prever entonces.

Tras una campaña exitosa, toma la alternativa ese mismo año, el 3 de septiembre, en Barcelona.