Los Imperios Centrales habían obtenido grandes victorias en 1915, tanto en el frente oriental como en los Balcanes, por lo que los Aliados planearon ofensivas concertadas en el frente francés, en el ruso, en Italia y en los Balcanes para la primavera y el comienzo del verano del año siguiente, con el objetivo de quebrar las líneas enemigas, hasta entonces firmemente defendidas.
A fines de 1915, los aliados afrontaban una grave crisis militar: sus ofensivas habían fracasado y los Balcanes estaban casi completamente dominados por los Imperios Centrales.
[3] El 2 de diciembre se creó un mando único para los ejércitos franceses.
Así, el Reino Unido despachó a su nuevo general en jefe, el general Douglas Haig, al que acompañó su jefe de Estado Mayor, el teniente general Archibald Murray, mientras que Serbia, recién derrotada en la ofensiva balcánica enemiga, estuvo representada por su agregado militar ante el mando francés, el coronel Stephanovic.
Franceses y rusos redactaron memorandos para respaldar sus propuestas ante el resto de participantes.
[7] Los dirigentes militares y políticos acordaron emprender una serie de ofensivas simultáneas en los distintos frentes para desestabilizar al enemigo,[11] siguiendo la propuesta de los planificadores militares franceses.
[8] La conferencia tuvo por resultado la planificación estratégica de las ofensivas aliadas del verano siguiente.
[16] La conferencia de Chantilly dio como resultado una nueva dirección para las futuras operaciones militares.
[10] Sin embargo, la correspondiente coordinación bélica se vio estorbada por las situaciones internas de cada país, especialmente influyentes en los casos ruso y británico.
Las siguientes ofensivas aliadas se llevaron a cabo con ejércitos gigantescos, equipados con abundante artillería y debidamente provistos de armas y municiones de todos los calibres.
[15] El convencimiento de que la guerra se prolongaría hizo que los Aliados decidiesen emplear de manera más sistemática el acoso económico para vencer a los Imperios Centrales.
El mando ruso empezó a preparar la ofensiva estival el 20 de abril.