Incluye el desarrollo de una visión y misión estratégicas, establecer objetivos e idear una estrategia, son tareas básicas para determinar el rumbo; señalan hacia dónde va una compañía, su propósito, los resultados estratégicos y financieros que se plantea como meta.
La planeación estratégica debe ser de vital importancia para las organizaciones ya que en sus propósitos, objetivos, mecanismos de acción se resume el rumbo y la directriz que toda la organización debe seguir, teniendo como objetivo final, el alcanzar las metas fijadas, mismas que se traducen en crecimiento económico, humano o tecnológico.
Los propósitos y objetivos consisten en identificar cómo eliminar las deficiencias que puedan presentarse en cualquiera de los procesos.
No todos los autores realizan esta distinción, prefiriendo utilizar los dos términos indistintamente.
Cuando los propósitos son utilizados en el área financiera, a menudo se denominan objetivos.
Entonces la estrategia en cualquier área: militar, negocios, política, social, etc. puede definirse como el conjunto sistemático y sistémico de acciones de un actor orientado a resolver o agravar un problema determinado.
En el otro extremo, los propósitos a largo plazo son muy difíciles, casi imposibles de obtener.
Cuando se establece una compañía, los propósitos deben estar coordinados de modo que no generen conflicto.
Todas las empresas micro, pequeña, mediana o grande deben saber lo que acontece a su alrededor, echando mano de la creatividad, para generar en el cliente eso que otras empresas no han logrado brindar.
Analizar a la competencia mediante un FODA para una plantación más exitosa, fijar estrategias adecuadas a la empresa, tomar decisiones relevantes para lograr transformaciones más concretas y darle seguimiento para en caso de ser necesario realizar las correcciones pertinentes de la relación entre el ser humano.
Como ambas fuentes de cambio son dinámicas, este proceso por consecuencia lo es.
Se expone a continuación algunas de las definiciones que sobre estos tres tipos de planes (plan estratégico-plan anual-presupuestos), dan algunos autores, así como el vínculo necesario que debe existir entre los mismos.
Este proceder facilita el incremento de la eficiencia y elimina en cierta medida la improvisación.
M. PorterPlaneación es el proceso mediante el cual se analiza la situación externa e interna de la empresa, estableciendo objetivos generales y formulando las estrategias a seguir para lograr los objetivos que se han planteado.
La planeación se proyecta a plazos durante los cuales debe de estar en observación para, en caso de ser necesario, hacer las correcciones pertinentes durante el proceso, sin importar la etapa en la que se encuentre.
Una "declaración de visión" describe en términos gráficos dónde queremos estar en el futuro.
El principal beneficio es aprovechar la experiencia y los modelos de trabajo ya probados, así como garantizar una continuidad gracias a contar con una estructura, y el principal problema es que la mayoría no se involucra directamente en el corolario de los resultados sino en el diseño de estos planes solamente (no todas las firmas actúan así, pero sí la mayoría).
La planeación estratégica es un proceso fundamental dentro de la administración, con raíces que se remontan a la antigüedad.
Instituciones como la Iglesia católica también han recurrido históricamente a la planificación estructurada para sostener su expansión global.
Sin embargo, su desarrollo moderno se consolidó con la Revolución Industrial, cuando la creciente competencia por materias primas y mercados incentivó la formulación de estrategias empresariales para controlar y optimizar la actividad comercial.
Durante el siglo XX, la planeación estratégica evolucionó desde un enfoque financiero basado en proyecciones hacia modelos más complejos y sistemáticos.
Autores clave dieron forma a la planeación estratégica tal como se conoce hoy.
En años posteriores, autores como Sallenave (1997) ampliaron el análisis mediante la identificación de variables estratégicas clave.
Asimismo, estudios recientes resaltan la relevancia del sujeto que toma decisiones estratégicas (Serna, 2008), la importancia de la formalización del proceso en la toma de decisiones (Bryson, 2000) y su impacto en la competitividad global.