Las fuerzas austro-húngaras se vieron obligadas a retroceder en el extremo oriental de Gorizia (monte Škabrijel), y tras su retirada los italianos ocuparon dicha urbe, que había quedado en ruinas tras la batalla.
[1][2][3] El 8 de agosto, Gorizia se rindió a Cadorna y se estableció una cabeza de puente a través del río Soča (Isonzo).
Los austro-húngaros trasladaron tropas al sector de Gorizia para impedir que los italianos abriesen una brecha en el frente.
[1][2][3] El ataque en Gorizia fue la ofensiva italiana más exitosa a lo largo de las líneas del Isonzo, y aumentó considerablemente la moral italiana, principalmente debido a que Gorizia era considerada un objetivo de vital importancia, que había resultado inalcanzable en las batallas anteriores.
Posteriormente, el 28 de agosto, Italia le declaró la guerra a Alemania.