Segunda batalla del Isonzo

[1]​ El 3.er Ejército del duque de Aosta recibió para ello refuerzos en hombres y material.[4]​ La operación comenzaría, como lo había hecho la anterior, con un intenso bombardeo de las posiciones enemigas.[3]​ Pese al cansancio de la tropa por los recientes combates, los soldados austrohúngaros tuvieron que dedicar el corto respiro a reforzar sus posiciones ante la evidente e inminente acometida del enemigo.[5]​ Esta defensa debía desgastar a las unidades enemigas e impedir la ruptura del frente.[6]​ Estaba compuesto por dos divisiones veteranas del frente oriental, la 17.ª y la 20.ª de la Honvéd.[9]​ El general responsable del frente, Svetozar Boroević von Bojna, ordenó a las agotadas fuerzas del sector que lo retomasen esa misma noche, puesto que carecía de reservas para llevar a cabo la operación.[12]​ En la zona sur, el VII Cuerpo de Ejército italiano no logró avanzar.[12]​ En la zona sur, el VII Cuerpo de Ejército italiano intentó avanzar nuevamente los días 23 y 24, pero sin conseguirlo.[14]​ Solo en el norte los Alpini consiguieron expugnar un pico a los austrohúngaros, pero sin conseguir por ello abrir brecha en la línea enemiga.[18]​ A partir de ese día los combates menguaron, aunque no cesaron del todo.[20]​ El objetivo de la infantería italiana era Santa Luzia, centro defensivo enemigo en el valle, situada junto al Isonzo.[21]​ Más al norte el resultado fue el mismo: los repetidos asaltos italianos no consiguieron abrir brecha en la línea austrohúngara en el sector de Tolmein y Flitsch.[23]​ Los austrohúngaros perdieron veinticinco mil soldados entre muertos y heridos en los primeros días de la batalla, pero impidieron que el enemigo progresase.
Bombardeo de la ladera occidental del monte San Michele, uno de los puntos más disputados de la batalla, que finalmente conservaron los austrohúngaros
El frente del Isonzo en los alrededores de Gorizia visto desde las líneas italianas.