En vísperas de la II Guerra Mundial ofrecía sus servicios únicamente en los puertos de la costa del Perú, desde Puerto Pizarro, Tumbes hasta Ilo, Moquegua, conectando a Mollendo, Arequipa con los mismos.
Las fuerzas armadas peruanas ocuparon militarmente las siguientes provincias (cantones) ecuatorianas: Durante la Guerra contra el Ecuador, la Compañía Peruana de Vapores brindó un estratégico apoyo logístico, sin el cual no hubiera sido posible la victoria y la exitosa campaña militar peruana en el Ecuador que culminó con la rendición incondicional de las fuerzas armadas de ese país y la renuncia definitiva de los ecuatorianos a tener soberanía en los ríos Marañon y Amazonas y soberanía en los departamentos peruanos del norte peruano: Tumbes, Piura, Cajamarca, Amazonas y Loreto, que desde 1830 los ecuatorianos, pretendían ocupar y anexarse e incluían como suyos en los mapas oficiales ecuatorianos.
El único buque que permaneció en Talara hasta el año siguiente fue el "Almirante Grau", desde donde tomaría parte nuevamente con los demás buques de la Escuadra en patrullajes de guerra en el Norte por la Segunda Guerra Mundial.
[1] El Napo era un buque mercante-frigorífico costero peruano, tipo C1-M-AV1 de la clase Alamosa, fabricado por los astilleros Consolidated Steel Corp.
Su proa era del tipo atlántico y estaba propulsado solo por una hélice cuya maquinaria le confería una velocidad de 11 nudos.
Este barco peruano zarpó desde Coquimbo hacia Valparaíso, hacía fines noviembre de 1965 y realizó una travesía distinta al que usualmente usan las naves mercantes, navegando más cerca a tierra; frente a la desembocadura del Limarí en la playa de la comunidad de La Cebada, el barco se chocó con un escollo submarino que le perforó el casco y empezó a inundarse ya que no era estanco.
Su capitán al ver perdida la nave, prefirió encallar el navío antes que perderlo y lo llevó frente a las playas de La Cebada, donde en un intento por vararlo, lo encalló en unos roqueríos en la playa en donde quedó a firme.
El naufragio desapareció en su totalidad en el año 1976 al ser removido por un fuerte oleaje desde su encallamiento rocoso, siendo arrastrado cerca de la playa donde terminó por desmoronarse sobre uno de sus costados y desaparecer durante una gran marejada invernal.
En la década de los 60 se dictaron leyes promocionales para el sector y la marina mercante logra su máximo desarrollo en los 80.
En ese entonces, el Perú ocupaba la quinta posición dentro de la flota latinoamericana, hoy simple y sencillamente no figura.
[4] Pero también la CPV fue la mejor escuela de formación, tanto para marinos mercantes como para personal naviero, quienes gracias a la formacion y experiencia adquiridas, hoy triunfan en el mundo marítimo.
Además, García le compró buques nuevos, condonó su deuda e impidió el acceso a las cargas peruanas", recuerda Freire.
"Hasta ese momento existía el derecho a una reserva de carga, es decir, los peruanos tenían acceso al 50% de la carga y, el extranjero al otro 50%, tanto para importación como para exportación.
[4] El resultado salta a la vista, más de US$ 800 millones que el Perú produce en flete es transportado por banderas extranjeras.
El Perú al no contar en la actualidad con una marina mercante nacional, toda la carga marítima que sale y entra al Perú se transporta en buques de bandera extranjera.