El propósito de la carta era eliminar la competencia, particularmente española o portuguesa, entre los diversos puestos comerciales establecidos por los comerciantes.
La compañía se volvió instrumental en la colonización neerlandesa en gran medida efímera de América (incluida Nueva Holanda) en el siglo XVII.
En ese momento, también existía la expectativa de descubrir la "Tierra Desconocida del Sur" (Terra Australis Ignota), un continente imaginado durante la Grecia clásica que apareció en los mapas europeos desde el siglo XV, hasta el siglo XVIII, similar a la Antártida pero con una superficie mucho mayor y extendiéndose bastante más al norte, incluso se creía que el Océano Índico estaba encerrado por esta masa de tierra al sur.
Isaac le Maire espera, como segundo objetivo, encontrar esta tierra austral y aprovechar una zona comercial aún desconocida.
Así fue que Holanda envió a Jacob Clantius, quien se convirtió, en 1611, en el primer general neerlandés en la Costa de Oro.
El resultado fue que durante unos años los neerlandeses debieron navegar bajo bandera extranjera en América del Sur.
La WIC estaba organizada de manera similar a la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (VOC), mucho más grande y más rica, que tenía el monopolio del comercio con Asia (principalmente en Indonesia) desde 1602, pero a la WIC no se le permitía emprender acciones militares sin la aprobación del gobierno neerlandés.
Como la VOC, la compañía tenía cinco oficinas, llamadas cámaras (kamers), en Ámsterdam, Róterdam (ambas en los Países Bajos), Middelburg (en Zeeland), Hoorn y Groninga (en el norte), de las cuales las de Ámsterdam y Middelburg eran las que contribuían más a la compañía.
En 1630 se estableció la colonia de Nueva Holanda, con capital en Mauritsstad (la moderna Recife), en las posesiones en Brasil conquistadas a los portugueses.
Esta fortaleza se bautizó como São Jorge da Mina y fue construida para proteger al comercio portugués de sus competidores europeos.
Sin embargo, la mala gestión de la WIC hace que varios empleados desilusionados dejaran la Compañía para trabajar junto a otras potencia europea.
Poco después, en 1660 se firma el Tratado de Copenhague donde se establece que el castillo del Cabo Corso debía ser devuelto a la administración sueca, sin embargo, después se supo que en abril de 1659, Carloff en asociación con Samuel Schmidt ya había vendido la colonia a la WIC por su propia cuenta y había desaparecido con el oro en Angola.
Desde 1711 hasta abril de 1712 los neerlandeses logran ocupar Fort Dorothea y en 1717 la colonia es físicamente abandonada por Prusia.
Según un informe del año 1670, entre 2.500 y 3.000 esclavos fueron transportados desde Offra hacia América, aunque estos números solo eran factibles en tiempos de paz.
Sin embargo, sus apuestas políticas resultan equivocadas, provocando que fuera exiliado a la isla de Appa en 1732.
Su petición no tuvo respuesta y las relaciones entre los dos países se deterioraron, con lo que el Reino del Congo inició su declive.
Así es que en 1622 el rey Pedro II del Congo, propone a los neerlandeses atacar Luanda.
Se decidió que el sitio apropiado era al sur de la isla, cerca del actual Battery Park.
Los territorios proclamados como Nuevos Países Bajos abarcaban desde la Península Delmarva hasta el extremo suroeste del Cabo Cod.
Desde 1650, la colonia británica creció espectacularmente y se convirtió en un puerto muy importante dentro del Atlántico Norte, lo que provocó una temprana expansión de sus fronteras.
Con algunos pocos colonos los neerlandeses se instalan fácilmente allí en 1631, erigiendo Fort Amsterdam como protección contra posibles invasores.
Jan Van Campen Claeszen se convierte en su primer gobernador, y poco después la WIC comienza la extracción de sal.
Willemstad, su capital, se hizo particularmente conocida, ya que allí arribaban buques mercantes de cualquier bandera imaginable.
También se realizó aquí la extracción de sal y en 1639 los neerlandeses construyen el Fuerte Oranje para defender la zona.
Con la isla San Martín libre de nuevo, tanto los neerlandeses como los franceses aprovecharon la oportunidad para volver a establecer sus asentamientos.
A este asentamiento le siguen otros, generalmente unos pocos kilómetros tierra adentro en los ríos más grandes.
La WIC decidió entonces importar esclavos africanos, que rápidamente se convirtieron en un elemento clave para la economía colonial.
En la década de 1660, los esclavos ya eran aproximadamente 2.500, mientras que los indígenas habían decidido, en su mayoría, refugiarse en el vasto interior del territorio.
Como casi todas las plantaciones iban cayendo en manos de los esclavos, la población europea se vio obligada a huir y eventualmente solo la mitad de los blancos que habían vivido en la región se mantuvo, amenazando el control europeo sobre las Guayanas.
En 1654 perdieron Nueva Holanda, que volvió al Brasil portugués, tras una larga guerra, y muchos otros puestos comerciales fueron destruidos o capturados por potencias europeas rivales.