Sus padres fueron Ricardo Blest Ugarte, miembro del ejército, y Leopoldina Riffo Bustos, una profesora de escuela primaria.
Posteriormente ingresó al Seminario Pontificio de Santiago, gracias a una beca que le consiguieron unos parientes.
Después viajó al seminario de La Serena para completar sus estudios, pero allí decidió que no tenía vocación religiosa y regresó a Santiago.
Participó además en "La casa del pueblo", una organización dirigida por Viviani que buscaba propagar el sindicalismo y enseñar materias ligadas al cristianismo.
[11] También perdió contacto con Viviani, luego que el sacerdote hiciera público su apoyo al fascismo.
Por esos años participó en diversas manifestaciones callejeras y mítines donde conoció a varios sindicalistas ácratas de la capital.
También criticó el rol de la Iglesia en la sociedad, especialmente su actitud con las clases más desposeídas.
En 1931, el sacerdote Fernando Vives, que había regresado al país, fundó la Liga Social de Chile, donde también participó Blest.
Sin embargo, el hecho fue criticado por algunos miembros de la Liga, lo que provocó la disolución del grupo.
[8] Tres años más tarde se disolvió el grupo Germen, producto de diferencias entre sus miembros, quienes siguieron diversos caminos.
[22] La agrupación tenía como objetivos buscar el "perfeccionamiento económico, cultural y social" de los empleados fiscales.
[24] Durante su tiempo en la ANEF, Blest influyó en varias personas, incluyendo a Tucapel Jiménez, sindicalista y posterior presidente de la agrupación.
Clotario Blest estuvo desde el principio en contra de la norma y luchó por su derogación.
En aquella ocasión Blest fue elegido presidente de la organización, cargo que ocupó durante ocho años.
Ante esto, el dirigente presentó su expediente de jubilación, lo cual significó su fin como funcionario público.
[34] Su madre falleció en enero de 1958, siendo sepultada junto a sus otros dos hijos y su marido.
[37] Con posterioridad supo que la decisión de los dirigentes estuvo influenciada por presiones del gobierno.
Sin embargo, cuando intentó explicar la situación al año siguiente en un congreso de la CUT, fue abucheado por los presentes, quienes además le arrojaron monedas.
[45] Dos años más tarde Blest participó en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR),[46] junto a Luis Vitale y Miguel Enríquez, entre otros.
[47] Al año siguiente Blest se desligó del MIR debido a diferencias de fondo con los miembros más jóvenes.
El acto buscaba criticar la actitud que la Iglesia Católica había tenido hasta ese momento con las clases más desprotegidas, y la instaba a un cambio hacia la humildad y un mayor acercamiento al Evangelio.
[49] Tras la toma, Blest continuó asistiendo a la reuniones de la organización y participando en sus actividades.
[50] En 1969, algunos miembros de la Iglesia Joven propusieron a Blest como precandidato presidencial sin consultarle, e hicieron propaganda callejera.
[53] El dirigente se mantuvo ajeno al gobierno de la Unidad Popular, criticando incluso algunas de sus medidas, como el acuerdo que contrajo con la CUT en virtud del cual esta organización se comprometía a respaldar las medidas del gobierno durante los próximos 14 meses.
Al no encontrarlas, se llevaron libros, ropa e incluso su pensión de jubilado.
[59][60] Entre los fundadores de la organización estuvieron Blest, Máximo Pacheco Gómez, Mila Oyarzún y Jaime Castillo Velasco.
[61] Su casa sirvió de refugio para perseguidos políticos, ayudándolos incluso a conseguir asilo en las embajadas.
Tras ser internado en el Hospital del Trabajador, y dado que su casa no cumplía con las condiciones mínimas para vivir, Blest solicitó ser trasladado al convento de los franciscanos.
Su funeral se realizó al día siguiente, siendo despedido por sindicalistas, políticos, sacerdotes, estudiantes, y trabajadores en general.
Como católico practicante, Clotario Blest defendió la imagen de Jesús Obrero, ligado a un pensamiento social cristiano.