Cerro Mesa Ahumada

En este cerro se han encontrado petroglifos considerados vestigios del arte otomí, también se han encontrado elevaciones de terreno conocidas como Los mogotes, que parecen tratarse de tumbas ceremoniales.

[7]​[8]​ Las plantas nativas son maguey pulquero, cardón, nopal, biznaga, órgano, cactus, sanvitalia procumbens, creosote, pepicha, jaltomate, tule, caña, barril dorado, polypodiopsida, árboles como el palodulce, mezquite, encino, tepozán, matorral, árboles frutales como el tejocote, capulín, zapote blanco y especies introducidas como el pirúl y eucalipto.

La fauna del cerro son: cacomixtle, zorrillo, tuza, tlacuache, conejo, ardilla gris, murciélago, liebre, aves como pavo, colibrí, zopilote, cenzontle, petirrojo, chingolo, correcaminos, búho, tordo, reptiles como serpiente de cascabel (algunas especies como cascabel rayada), alicante, xincoyote, serpiente chirrionera, amfibios como ajolote, rana de cañaveral, sapo e insectos como hormiga roja, abeja mielera, luciérnaga, entre otros.

En la mesa alta del cerro, hacia el noroeste, hay un sitio arqueológico llamado Los Mogotes.

Este lugar fue ocupado por tribus otomíes y nahuas, aquí no solo existen unos simples vestigios prehispánicos, también hay petroglifos en las rocas.

Los alrededores de la mesa estaban atados por muchos grupos nómadas, soldados y mercaderes, por lo que era una vigilancia y defensa imprescindible para el puesto de vigilancia porque en la mesa se observan los valles.

La fauna endémica del Cerro Mesa Ahumada se ha ido recuperando en pocos años, los turistas o visitantes vuelven a observar anfibios, aves rapaces, mamíferos como murciélagos, insectos y varios reptiles gracias a los programas de protección a la fauna, así como reforestación de las arboledas de mezquites, capulines, tejocotes, palos dulces y encinos que se han ido recuperado al paso de los años evitando la erosión del suelo y la desertificación.

Petroglifo hallado en el cerro Mesa Ahumada.
Vestigios arqueológicos en la zona denominada Los Mogotes .
Unidades habitacionales en Huehuetoca, amenazan el equilibrio ecológico del cerro.
Activistas de ECOPIL en defensa de la fauna del cerro.
La Mesa Grande, zona de campismo y senderismo.