Agave americana

Las hojas suculentas son grandes (1-2 m por 15-25 cm), lanceoladas, de color blanco-azulado, blanco-grisáceo, verde o variegadas.

Se disponen en espiral alrededor del centro donde permanecen enrolladas a un corto tallo central (denominado en México cayote[5]​).

[7]​ En América Central diferentes partes de la planta se utilizan externa e internamente para diversas dolencias.

Ingerida como tratamiento para diarrea, disentería, para evitar el estreñimiento, la indigestión, flatulencia, contra la ictericia y como laxante.

"Las fructanas son un compuesto probiótico, un alimento que contiene microorganismos vivos que permanecen activos en el intestino y tienen un efecto muy beneficioso en la microbiota intestinal", explica Toriz, "Así que las fructanas tienen un doble beneficio: pueden transportar un fármaco específico al colon y fomentan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino", agrega.

[8]​ Se cultiva aún por la fibra textil de sus hojas, llamada pita, para producir cuerda, redes y otros objetos.

Su elaboración consiste en machacar las hojas de la planta hasta hacer que se desprenda su parte verde y húmeda.

[9]​ Ha sido introducida en muchas regiones de Europa, Sudáfrica,Sudamérica, la India y Australia.

[10]​ Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630, del 2 de agosto de 2013, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.

Variedad marginata
Agave americana en plena floración.
Espinas al extremo de una hoja.