Centro Editor de América Latina
El equipo del CEAL estuvo conformado por el diseñador Oscar Díaz, Beatriz Sarlo, Aníbal Ford, Horacio Achával, Graciela Montes, Susana Zanetti y Jorge Lafforgue.En este sentido, Spivacow mantuvo en CEAL la misma premisa que lo guio en EUDEBA: los libros no debían ser objetos de lujo, eran una necesidad primaria y por lo tanto debían tener un bajo costo que permitiera su alcance a la mayor cantidad de gente posible.El CEAL fue una de las primeras editoriales en hacer publicidad en la televisión o en medios poco convencionales, tales como propagandas callejeras.Los libros del CEAL permitieron la aparición de numerosos intelectuales en la vida cultural argentina, y sus libros influyeron sobre múltiples generaciones de niños y adultos, que crecieron con las colecciones del CEAL.La historia documental del siglo XX, incluyó tres títulos sobre África.El tercero fue una obra de Carlos Martínez denominada África: independencia y neocolonialismo.[3] El fascículo crítico, elaborado por Estela dos Santos, versaba sobre Las literaturas del África negra (1970), y el título de la Biblioteca básica universal era una selección de Poesía y prosa del África negra realizada también por Estela dos Santos.En la colección Historia del movimiento obrero se editaron dos obras de Marta Cavilliotti, África del Norte: liberación nacional y movimiento obrero y África Negra: movimiento obrero y liberación nacional del Sahara al Zambezi.Esto dio origen al Tomo 22 sobre Arte popular africano, que incluyó también una obra de Ana María Dupey titulada Las máscaras.En esa misma colección se editó un libro de Dante Crisorio titulado Argel 1973.Spivacow, junto con Oscar Díaz, debieron identificar el cuerpo de Luaces en la morgue.Spivacow continuó pagándole el sueldo de Luaces a su madre.Era habitual que grupos comandos colocaran bombas en las instalaciones de la editorial.La causa dictaminó que el acusado, José Boris Spivacow, debía estar presente durante la quema para dar cumplimiento a la orden judicial.En efecto, en muchas ocasiones se arreglaban las traducciones para esconder a los traductores originales, o se buscaban obras del dominio público para evitar el pago de derechos.[22] En el año 2006, la Biblioteca Nacional comenzó a reunir la bibliografía del Centro Editor de América Latina.El CEAL llegó a editar casi 5.000 títulos agrupados en 78 colecciones.Muchos intelectuales, escritores y artistas iniciaron su carrera en el Centro Editor de América Latina.