Esta metodología implica purgar una muestra acidificada con aire libre de carbono o con nitrógeno antes de la medida, y así el valor obtenido se puede denominar carbono orgánico no purgable (CONP, o NPCO en inglés).
Food and Drug Administration (FDA) y los organismos similares en otros países (Agencia europea de medicamentos, Agencia española de medicamentos y productos sanitarios) promulgan numerosas regulaciones para proteger la salud del público y asegurar que se mantiene la calidad del producto.
Los residuos orgánicos que quedan en el dispositivo pueden tener un efecto negativo en la calidad de la placa y afectar a su rendimiento.
[7] Para comprender mejor el análisis, es necesario conocer algunos términos básicos y su relación con los demás (Figura 1) Ya que todos los analizadores de COT, solo miden actualmente el CT, el análisis de COT requiere siempre una cuantificación del carbono inorgánico que siempre está presente.
El gas CO2 remanente no purgable (CONP) contenido en la parte alícuota de líquido es luego oxidado, liberando los gases que ahora sí son enviados al detector para su medida.
Y sus elementos por el cual se produce son : Las muestras preparadas sufren una combustión a 1,350.o C en atmósfera rica en oxígeno.
[9] Un proceso manual o automatizado inyecta la muestra sobre un catalizador de platino a 680.o C en atmósfera rica en oxígeno.
El método HTCO puede ser útil en esas aplicaciones en las que es difícil oxidar los compuestos, o cuando están presentes compuestos orgánicos de gran masa molecular, porque ello proporciona la oxidación casi completa de los compuestos orgánicos, incluidos los sólidos y las partículas suficientemente pequeñas para ser introducidos en el horno.
Por otra parte, las sales contenidas en las muestras no sufren la combustión, y así, se genera gradualmente un residuo dentro del tubo de combustión que acaba obstruyendo o saturando los catalizadores.
Para evitar este problema, la industria manufacturera ha desarrollado varios conceptos, como la separación de matrices,[11] los reactores cerámicos,[12] un mejor control del proceso o métodos alternativos que no emplean catalizadores[13][9].
o x i d a n t e s
Realizando análisis del "blanco del sistema", que consiste en analizar y luego sustraer la cantidad de carbono a la que contribuye el aditivo químico, las imprecisiones disminuyen.
También llamada del persulfato calentado, el método emplea la misma formación de radicales libres que la oxidación UV-persulfato excepto que usa el calor para magnificar el poder oxidante del persulfato.
La oxidación química del carbono con un oxidante fuerte, como el persulfato, es altamente eficiente, y a diferencia del UV, no es susceptible a las recuperaciones más bajas causadas por la turbidez en las muestras.
El análisis de los blancos del sistema, necesario en todos los procedimientos químicos, es especialmente necesario con los métodos COT del persulfato calentado porque el método es tan sensible que los reactivos no pueden ser preparados con contenidos de carbono suficientemente bajos para no ser detectados.
La conductividad directa proporciona un medio simple y barato de medir el CO2.
El CO2 disuelto forma un ácido débil, cambiando así la conductividad de la muestra original proporcionalmente al COT que contiene.
El análisis de conductividad supone que solamente el CO2 está presente en la disolución.
Siempre que esto sea verdad, el cálculo del COT por medida diferencial será válido.
Algunas de las especies químicas que interfieren son: Cl-, HCO3-, SO32-, SO2-, ClO2-, and H+.
Cambios pequeños en el pH y fluctuaciones de temperatura también contribuyen a la imprecisión.
Esto proporciona una medición más precisa y exacta de los compuestos orgánicos convertidos en CO2.
[14] Mientras esto ha resuelto algunos problemas, las membranas tienen sus propias limitaciones particulares, como una selectividad verdadera, la obstrucción y, de modo menos detectable, suministran sitios secundarios para otras reacciones químicas, que son propensas a mostrar “falsos negativos,” una condición mucho más grave que los "falsos positivos" en aplicaciones críticas.
Una región de absorción de la luz infrarroja específica del CO2, habitualmente en torno a 4.26 µm (2350 cm−1), se mide al mismo tiempo que el gas fluye a través del detector.
Se toma también una segunda medida de referencia que no es específica del CO2 y el resultado diferencial se correlaciona con la concentración de CO2 en el detector en ese instante.
Una vez que los gases en el detector han alcanzado el equilibrio químico, se analiza la concentración de CO2.
Este gas fluye hasta una cámara de enfriamiento y finalmente llega a un detector, que suele ser un espectrofotómetro Infrarrojo No dispersivo.
Los analizadores de oxidación química inyectan la muestra en una cámara con ácido fosfórico seguido por persulfato.
En la primera fase se elimina el carbono inorgánico por acidificación y purga de los gases formados.
Este método se emplea a menudo en aplicaciones en línea por sus bajos requerimientos de mantenimiento.