Detergente

Como se mencionó anteriormente es el LAS el que tiene la acción detergente, y desde entonces algunos fabricantes han reducido el porcentaje de fosfatos.

Los detergentes deben tener capacidad humectante (mojante) para eliminar la suciedad de las superficies, así como mantener los residuos en suspensión (poder peptizante).

Esta fue básicamente la única sustancia tensoactiva utilizada a nivel doméstico hasta mediados del siglo XX.

Cuando aparecieron las lavadoras automáticas se creó una demanda progresiva de sustancias más activas y que se comportasen mejor en aguas duras (más ricas en calcio), ya que éstas disminuían la hidrosolubilidad del jabón, con lo que era arrastrado antes, disminuyendo el tiempo de contacto entre el mismo y la ropa.

Los primeros detergentes de este tipo, derivados del benceno, se utilizaron ampliamente en los años 40 y 50, pero no eran solubles ni biodegradables, lo que los hacía ecológicamente dañinos.

Una segunda generación de detergentes, los alquilsulfonatos lineales, resultan menos tóxicos al ser biodegradables.

Esto se debe a la dificultad para incorporar en ellos ingredientes como las zeolitas, los fosfatos y ciertos agentes blanqueantes.

Los fabricantes intentan compensar estos problemas técnicos aumentando la concentración de tensioactivos en la fórmula.

Para ello los fabricantes suelen añadir ingredientes efervescentes, dispersantes o sales de disolución rápida.

Detergentes en Hong Kong .