[1][2][3] Escritores como Galdós, Pío Baroja y Juan Ramón Jiménez, le dedicaron pasajes de sus obras.
[4] Una vez inaugurado y puesto en funcionamiento el Canal de Isabel II, se propuso un plan de aprovechamiento del agua sobrante, que en principio se vertía al arroyo Cantarranas y desde ahí al río Manzanares.
[c] El conjunto fue diseñado por el ingeniero Juan de Ribera (que trabajaba en el proyecto desde 1863), autor del canal y del primer depósito de la infraestructura hidráulica con la que se regarían las en aquel entonces numerosas huertas que había en los aledaños de los Ensanches y las Rondas.
[1] Se diferencian dos canales en la acequia suroriental, que en su conjunto recorría unos 16 kilómetros de longitud, con 10 puentes elevados para peatones, animales y vehículos, 12 puentes o acueductos menores, 10 alcantarillas y 9 sumideros.
Llegaba así al populares barrio hortelano de la Guindalera;[9] descendía hacia el subcauce del Arroyo Abroñigal y corría paralelo a él (hoy M 30) regando los antiguos huertos y viveros del ya desaparecido camino de Canillas, en el terreno luego ocupado por parte del Parque de las Avenidas.