Se comenzó a construir en 1957 en el distrito de Chamberí, una zona de expansión urbana que estaba consolidándose en aquella época hacia el norte.
Al año siguiente se celebraron los II Juegos Iberoamericanos.
Se mantuvo abierto durante casi medio siglo, hasta julio de 2007, año en que fue clausurado.
El nuevo estadio tiene capacidad para 10 000 espectadores en sus gradas parcialmente cubiertas y dos pecularidades: una pista principal con el tartán de color verde y una pista auxiliar de calentamiento cubierta y elevada sobre la grada norte que permite que los atletas se ejerciten en condiciones óptimas .
En la manzana también se encuentran las calle Jesús Maestro y Santander.