Fue bautizada así en recuerdo del político y escritor madrileño Francisco Silvela.
[6] Como locales de ocio populares en la segunda mitad del siglo xx, destacó en esta calle el Cine Victoria.
Hecho el encargo en 1935, la obra quedó aplazada por la guerra civil española, y los cronistas proponen el cambio de nombre (de Ronda a Victoria) como resultado de la victoria como emblema del franquismo, cuando finalmente el local se inauguró.
El edificio, arquitectónicamente, continuaba las corrientes racionalistas de otras obras del mismo autor, como el cinema Europa o el Cine Barceló.
Destacaba su fachada sencilla iluminada por tubos de neón.