En 1877, manteniéndose en situación de desarme y con media tripulación, permaneció fondeada en el Tigre.
Durante ese año participó en Punta Indio en las tareas de reparación del cable submarino telegráfico.
En junio pasó a desarme pero en septiembre se encargó, auxiliada por la lancha Talita, de las tareas de reparación del cable telegráfico subfluvial que corría entre Punta San Isidro y la isla Martín García.
La Constitución se sumaba a la pequeña división naval comandada por Luis Py siempre al mando de Cabassa, secundado por el capitán Antonio E.Pérez.
Frente al cabo Corrientes un fuerte temporal dispersó el convoy y obligó a la tripulación a improvisar con la verga de una vieja fragata y velas confeccionadas con los paños de los toldos, un segundo palo montado en la proa sobre el arco que cubría el cañón.
Permaneció allí hasta mayo, siguiendo entonces viaje a Buenos Aires donde Cabassa obtuvo licencia por enfermedad, siendo reemplazado por Antonio Pérez.
En mayo de 1883 la Constitución salvó a los náufragos del vapor inglés Hutton Chayter.
En febrero de 1884 finalizó su comisión y en junio se encontraba fondeada frente a Buenos Aires.
En marzo de 1889 partió rumbo a Asunción del Paraguay donde permaneció estacionario hasta diciembre.
En 1890 fue asignado a la 1.a División de la escuadra y destacado como estacionario en Barranqueras.
Al estallar la revolución de 1890 fue utilizada para movilizar tropas del Chaco y Corrientes hacia Campana.
Al mando del alférez de navío Eduardo Gigena continuó cumpliendo esa tarea hasta 1913 cuando pasó a Río Santiago para realizar importantes modificaciones.
En 1916 pasó al mando del teniente de fragata Domingo Casamayor y permaneció con apostadero en Dársena Sur efectuando viajes de aprovisionamiento de dependencias navales (Zárate, Martín García y Río Santiago) hasta 1925, año en el que se le retiró su propulsión convirtiéndose en chata, perdiéndose toda referencia posterior.