Bastonets

Más bien, en tiempos atrás era muy común en otras muchas localidades de la geografía valenciana, como así está atestiguado que se hacían en Albalat de la Ribera, Poliñá de Júcar, Alcira, Benifayó, La Alcudia, Sueca, Gandía, Carcagente, Soneja, Meliana, Alginet, Catarroja, Titaguas, Liria, Cullera o Sollana, entre otras.

De hecho, ya se mencionan estos bailes en la Corona de Aragón en el siglo XII, aunque no es hasta el siglo XVII que las encontramos en un formato ritual estandarizado.

[5]​ Durante todo el primer tercio del siglo XX, el maestro de los bastonets fue Vicente Quiles Vendrell (1876-1966).

[6]​ Tras la Guerra Civil, por motivos desconocidos, la forma del baile cambió por completo.

En 1939 los bastonets no salieron en la procesión, pero en 1940 Carmelo el Paresant, quien bailó antes del conflicto bélico, enseñó las danzas a un grupo de niños, que luego continuaron durante una década.

Durante esos años, el baile siguió evolucionando y la riqueza de su interpretación disminuyó por diversos motivos.

Por otra parte, por los propios bastonets, porque cuando se retiraba un grupo, a veces enseñaban a los jóvenes novatos solo unos pocos bailes, los más fáciles, probablemente por falta de tiempo y de motivación.

[8]​ No obstante, la estandarización del vestuario se produjo seguramente en la segunda mitad del siglo XX, y anteriormente vistieron de otras maneras a lo largo de la historia.

No obstante, algunas piezas han estado muchos años sin hacerse, ya sea por olvido de los músicos como de los propios bastonets, al menos hasta su recuperación en años recientes.

[10]​ El ritmo del tabal siempre es el mismo, aunque suele acentuar la nota fuerte de cada pulsación.

[11]​ Respecto a la variedad de melodías, encontramos algunas piezas con orígenes curiosos e incluso lejanos.

Podemos hacer una mención honorífica a una pieza número 23, La Marxeta, recogida hace más de un siglo, que con el tiempo cayó en desuso hasta que se dejó de bailar.

Grupo de bastonets durante las Fiestas de Nuestra Señora de la Salud de Algemesí