Mojiganga de Titaguas

Los partícipes incluyen los danzantes, los angelicos, el maestro de danza y el ayudante del mismo.

Desde 2009 se han incorporado mujeres, que forman un grupo adicional de otros dieciséis miembros.

El maestro de danza se distingue por llevar capa y sombrero.

Cipriano Martín lo fue a inicios del siglo XX y lo sucedió su hijo Jerónimo, conocido como tío Jerimo.

Las instrucciones del maestro de danzas se transmitían en tiempos del tío Jerimo de viva voz, pero los maestros posteriores usan un garrote con punta metálica, que se oye muy bien al golpear.

Con la introducción de las mujeres en la fiesta, se realizaron algunas modificaciones que la han hecho ganar en vistosidad y dificultad.

Por la falta de dulzaineros en Titaguas, se sustituyó por el clarinete y la caja.

[2]​ Las cinco primeras partes de la mojiganga son torre humanas y se consideran composiciones religiosas.

Las Andas se forman con cuatro danzantes sentados a hombros de otros cuatro, situándose dos delante y dos detrás para sostener a un noveno danzante que se sitúa horizontalmente.

Bajo este se sitúa una persona más, para ayudarle a soportar el peso de un último participante que se sitúa en pie sobre la espalda del que está horizontal, representando la figura la Virgen.

En ocasiones se remata con un angélico sentado a hombros del último participante.

En el Batán, los danzantes se sientan en el suelo, uno mirando a un lado y el siguiente al contrario.

Para simular su movimiento, los que miran hacia un lado se tumban con la espalda al suelo, levantando las piernas.

En la primera los danzantes giran en corro al paso de la jota, golpeando el suelo con sus garrotes mientras suena la guitarra.

El baile de la Muecas es una danza festiva que no tiene un significado especial.

Los participantes dan palmadas con las manos en posición normal, por debajo de las piernas y con los compañeros.

Según la tradición oral de la localidad, hacia los años veinte pasó a ejecutarse en las Fiestas Gordas –en 1927 aún se hicieron en Carnaval-, las cuales se realizaban en aquel momento en la tercera semana de enero.