La economía de Callosa se basa principalmente en el turismo y la agricultura.
Desde Alicante, se accede a esta localidad por la AP-7 o la N-332 tomando en Benidorm la CV-70 y luego la CV-715 en La Nucía.
Limita con los términos municipales de Altea, Bolulla, Guadalest, Jalón, La Nucía, Polop y Tárbena.
Se han descubierto yacimientos pertenecientes a los periodos Neolítico (5000 a. C.), Calcolítico, Edad del Bronce, épocas ibérica y romana.
En la actualidad, el título nobiliario del pueblo pertenece a la familia Crespí de Valldaura.
Un 48,79% han nacido en dicho municipio (la mayoría de la población) y un 23,08% han emigrado a Callosa desde diferentes puntos de España (incluyendo la Comunidad Valenciana)[4] Cuenta con una agricultura altamente competitiva basada en el níspero, introducido en España en el siglo XIX por el callosino Juan Bautista Berenguer.
El sector turístico ha experimentado un importante impulso en los últimos años.
Tiene 12 caños: el principal tiene forma animal sobre un bajo relieve del Rey Jaime I.
En esta fortaleza vivieron los sucesivos señores de Callosa hasta su desaparición en el siglo XVIII.
Así queda un pasillo por donde los “balladors” (bailadores) van dando la vuelta a la plaza, mientras danzan al son de la música.
Por la mañana y durante todo el día, los bailadores y bailadoras van danzando por el pueblo, en la plaza del Convento, delante de la casa del alcalde, en la residencia de ancianos, etc.