[3] Estos baños árabes o hammam, pertenecientes al desaparecido Alcázar andalusí, posiblemente fueran los más importantes de la ciudad.
Junto al vestuario (bayt al-maslaj), asimismo, se encontraban una letrina y un pasillo que llevaba a otras zonas del palacio.
En esta habitación ocurrieron dos regicidios muy relacionados con la Caída del califato: en ella sus propios esclavos asesinaron al califa Alí ben Hamud (r. 1016-1018), mientras que los propios ciudadanos hicieron lo mismo con el califa Abderramán V (r. 1023-1024), quien gobernó menos de dos meses, debido al descontento popular por albergar tropas africanas intramuros.
Este gran espacio estaba flanqueado por dos salas que lo unían con el pasillo de la leñera y con los baños almohades construidos posteriormente.
[4][5] Una vez acontecida la llegada del Imperio almohade en la ciudad durante el siglo XII, se construyeron unos nuevos baños en la zona más occidental.
La habitación oriental del salón de recepciones se reutilizó como vestuario, así como el antiguo horno califal para sus funciones.