Asamblea de Guáimaro

A partir de entonces la República en Armas fue reconocida por varios gobiernos y marcó su huella en el proceso evolutivo del pensamiento cubano.

Debido a esto se hacía imprescindible una reunión urgente para unir esfuerzos contra el enemigo común, y solucionar los problemas derivados de la no existencia de mando único y del regionalismo y la falta de unión que imperaba entre los protagonistas de la insurrección, que afectaban al prestigio internacional del movimiento independentista cubano.

Durante las discusiones se leyó una carta escrita por Ana Betancourt entregada a los hermanos Napoleón, reclamando el derecho de las mujeres a la igualdad y el cese de la explotación femenina, además del derecho de defender a la Patria en voz y acción.

Ella no podía estar presente, pues no era delegada a la cita, pero su esposo leyó una carta suya que consiguió la emancipación de la mujer cubana.

Se dividía la República en cuatro Estados: Occidente, Las Villas, Camagüey y Oriente, con igual representación en la Cámara.

Estatua de Ignacio Agramonte, redactor de la Constitución de Guáimaro.
Carlos Manuel de Céspedes, presidente de la Asamblea de Guáimaro.