Gonzalo Argote de Molina

Marchó a las Islas Canarias en 1586 para casarse en Lanzarote con Constanza, hija del primer marqués de Lanzarote Agustín de Herrera y Rojas.[3]​ En esta isla mandó construir en 1588 el convento franciscano de Teguise, del que sólo queda la iglesia, un templo que fue dedicado a Nuestra Señora de Miraflores.Notable es su «Descripción del bosque y casa real del Pardo», al final del «Discurso sobre el Libro de la montería» que incluyó en dicha edición, no solo porque casi todo lo descrito lo destruyó el fuego en 1604 (obras de Tiziano, El Bosco, Sánchez Coello, Antonio Moro), sino porque su prosa alcanza en esta descripción sus más altas cotas.Fue también autor de varias composiciones poéticas, recogidas en volúmenes misceláneos.Se le debe un Discurso sobre la poesía castellana (1575), incluido en su edición de El Conde Lucanor, así como un apéndice a este, el Discurso de la lengua antigua castellana, que incluye una lista de 239 vocablos antiguos empleados por don Juan Manuel; en efecto, Gonzalo Argote de Molina sintió algunas preocupaciones filológicas que le hicieron ser especialmente respetuoso con la lengua de los textos que editaba.Este Discurso es una brevísima historia de la poesía española que recuerda la Carta Proemio del Marqués de Santillana, revalorizando con ello la poesía medieval.
Portada de su edición de 1575 de El conde Lucanor , que incluía vocabulario y estudio introductorio, y un ensayo sobre la poesía española.
Firma de Gonzalo Argote de Molina reproducida en Manuel Muñoz y Garnica (ed. lit.), Nobleza de Andalucía , Jaén, Francisco López Vizcaíno, 1866, pág. V.
Portada de la Nobleza de Andalucía (Sevilla, Fernando Díaz, 1588), la obra cumbre de Gonzalo Argote de Molina.
Incipit del «Discurso sobre la poesía castellana», fol. 92 r. de su edición de El conde Lucanor , Sevilla, Hernando Díaz, 1575.