Valar

Los valar (singular, vala) son seres ficticios que pertenecen al legendarium del escritor británico J. R. R. Tolkien y que aparecen en su novela El Silmarillion y en otras novelas.[1]​ El femenino del término es valier (singular valië, «reinas de los valar»).Junto a ellos se encuentran los maiar, los ainur de menor jerarquía que también entraron en Eä, quienes frecuentemente los sirven y ayudan.[3]​ También conocidos como «los poderes de Arda», los valar son inmortales, al igual que los elfos y sus servidores maiar.[4]​ Los valar no solo fueron muy importantes para la historia de Arda porque le dieron forma y la prepararon para la llegada de los elfos y hombres, sino porque la mantuvieron constantemente vigilada y protegida frente al señor oscuro Melkor, por lo que se los llama, junto a los maiar, «los guardianes del Mundo».Pero esta disculpa era fingida, y Melkor mintió a los Noldor durante largo tiempo y los enemistó con los valar, para luego asesinar a los Dos Árboles, robar los Silmarils —las tres hermosas joyas fabricadas por Fëanor que contenían la luz de los Dos Árboles— y huir a la Tierra Media nuevamente, una vez que sus mentiras quedaron al descubierto.[7]​ Los valar levantaron las Pelóri aún más, redoblaron la vigilancia del continente y colocaron las Islas Encantadas en medio del Belegaer o Gran Mar, que separaba Endor, la Tierra Media, del Reino Bendecido, y que servían de obstáculo para que ningún barco lograra llegar a las Tierras Imperecederas.A este conjunto de medidas que los valar tomaron, tanto para proteger el continente del «señor oscuro», como para evitar que los Noldor volvieran a las Tierras Imperecederas, se lo llamó "ocultamiento de Valinor".[7]​ Los valar no se equivocaban y los Noldor fueron completamente derrotados en la guerra de las Joyas, y casi toda Beleriand, en el noroeste de la Tierra Media, había sido conquistada por el «señor oscuro».Poco antes habían despertado los hombres, muchos de los cuales fueron engañados por Morgoth —nombre que le dieron los elfos a Melkor—, mientras que otros permanecieron neutrales, y algunos se aliaron con los elfos de Beleriand y cayeron en su misma ruina.Fue entonces, cuando todo parecía perdido en la Tierra Media, que Eärendil navegó hacia el oeste, y logró llegar a las costas del Reino Bendecido, el primero de muchos que lo habían intentado.Los valar prepararon un gran ejército con los elfos que habían permanecido en el Reino Bendecido, que no eran pocos, y no mucho tiempo después el esplendoroso ejército de los valar desembarcaba en la Tierra Media y se trababa en lucha con los Balrogs, orcos, trolls, dragones, hombres y demás servidores del señor oscuro.[8]​ Pero mientras tanto, los valar pusieron fin al Ocultamiento de Valinor, y les concedieron a los Edain el dominio sobre una amplia isla en medio del Gran Mar, cercana a las Tierras Imperecederas, pero que no formaba parte de esta: Númenor.Pero cuando se alzó el miedo de los Númenóreanos a la muerte, empezaron a murmurar en contra de los valar y su prohibición, pensando que si se hacían con las Tierras Imperecederas vivirían para siempre.[9]​ Esta invocación a Ilúvatar fue la última intervención de los valar en la historia del mundo, pero se dice que durante la Última Batalla, la Dagor Dagorath, lucharán nuevamente contra Morgoth, que ya habrá conseguido entrar nuevamente en Arda, y sus servidores.Es muy sabio a la hora de predecir el futuro, y muy pocas cosas le están ocultas.Es además buena consolando a los demás, y posee una gran sabiduría que sale de su compasión.Es el más fuerte de todos los valar, ágil, rápido e infatigable, de cabellos y barba dorados; ni siquiera en la guerra lleva armas porque su pura fuerza y su gran corazón derrotan a todos sus enemigos.
Representación gráfica de las relaciones entre los valar que aparecen en El Silmarillion .