Su actividad industrial se basa en el textil y el papel.
Durante miles de años, desde lo alto del escarpe que separa el núcleo urbano de Capellades del río Noya ha estado cayendo una fina cascada que, al mezclarse con el musgo y la vegetación creó una importante capa de travertino, que en su parte superior se fue proyectando hacia delante hasta formar unas capellas, un techo en forma de saliente con forma cóncava bajo el cual se creó un importante abrigo protegido de la lluvia.
Este abrigo bajo la cornisa sirvió de refugio a los neandertales durante largas temporadas.
La falta de restos humanos hace que se interrumpan periódicamente las investigaciones, que se retoman con fuerza en 1983 y finalmente bajo la dirección de Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).
Hasta el momento se han descubierto 27 niveles arqueológicos pertenecientes al Paleolítico medio, Homo neandertalensis, menos el primer nivel, perteneciente al Homo sapiens.