Abric Romaní
Los trabajos realizados en este periodo fueron patrocinados por el Institut d’Estudis Catalans (ICE) (Bartrolí et al., 1995[1]).Durante este periodo se realizó una limpieza de toda la superficie del abrigo para su posterior excavación.La dirección está bajo Eudald Carbonell, María Gema Chacón y Palmira Saladié.Durante todos estos años se han realizado numerosos trabajos en el abrigo.Hasta el año 2020 se han excavado íntegramente 15 niveles arqueológicos (del A al Q).A pie del acantilado travertínico, la pared es enterrada por los siguientes depósitos interestratificados (Vallverdú i Poch, 2018)[6]: Los niveles arqueológicos son capas delgadas, limosas y arenosas, normalmente separadas por estratos gruesos de travertino estéril.Los travertinos del área de Capellades han sido reconocidos como un notable marcador estratigráfico, ampliamente citado en estudios regionales sobre geología del Cuaternario-Neógeno (Vallverdú Poch et al., 2014[4]; Vallverdú i Poch, 2018[7]).En 2016 Sharp et al., 2016[8]) se publicó un ambicioso programa de dataciones llevado a cabo con estrecha colaboración con el US Geological Survey, que determinó 66 fechas en orden estratigráfico correcto que definen la cronología de la secuencia completa.El techo, compuesto por travertinos de roca calcárea, se fechó junto a las series de uranio con 14C y situandolo entre los 40-42 ka AP ((Vallverdú Poch et al., 2014[4]), estableciendo el único nivel del yacimiento perteneciente al Paleolítico Superior.Estas fechas realizadas sobre los travertinos que cubren el nivel E son próximas a la cronología del interestadio 12 de Groenlandia, también conocido como interestadial Hengelo, en la bioestratigrafía polínica de la Grand Pile (Vallverdú Poch et al., 2014[4]).Las nuevas dataciones demostraron que las ocupaciones en el Abric Romaní probablemente se extienden a más allá de 60 ka AP.En la segunda fase se muestrearon los sedimentos extraídos mediante una perforación desde la superficie del nivel P con una profundidad de 30 m (metros) que comprenden una horquilla cronológica entre 110 y 55 ka AP (Sharp et al., 2019[8] Biltekin et al., 2019[11]).108 ka BP predominan Artemisia, Poaceae, Amaranthaceae, indicando condiciones frías y secas.La sucesión de bosques está marcada por Quercus caducifolios junto con Pinus, Ulmus, Viburnum, árboles mediterráneos (principalmente Olea) y arbustos (Juniperus).Por su parte, la primera aparición de Pistacia se ha registrado en 103,71 ka AP, señalando condiciones climáticas templadas.La primera aparición de Hedera, relacionada con condiciones climáticas más húmedas y templadas, ocurre en 105,8 ka AP.Otros taxones termófilos como Pistacia, Cistus, Syringa, Juglans, Hedera, Coriana y Erica estuvieron presentes en estos períodos cálidos, aunque en bajos porcentajes (Burjachs and Julià 1994;[10] Biltekin et al., 2019;[11] Vallverdú Poch et al., 2014[4]).Los datos antracológicos de los niveles D al O muestran que el taxón dominante en el conjunto es Pinus tipo sylvestris que representa siempre más del 90 % del material determinable.pyrenaicus, Arvicola sapidus (de ambiente acuático), Apodemus sylvaticus y Eliomys quercinus.Los núcleos y artefactos retocados son escasos, aunque se han identificado ambos elementos a lo largo de la secuencia.Las materias primas utilizadas, provienen del entorno local y medio local (máximo 25-28 km) , siendo el sílex siempre la materia prima predominante (Gómez de Soler y otros, 2016[18]) en los niveles H, I y K, el porcentaje de sílex disminuye a un 70 %, carácter que se asocia con un aumento de materias primas de origen local: el cuarzo en los niveles I y K, y roca calcárea en el nivel H. La cuarta materia prima más representada en la secuencia del depósito, es el esquisto que también proviene de una conca local.Aunque también se ha identificado artefactos de corte Levallois y núcleos centrípetos jerárquicos.En los niveles B y O se han documentado restos de Lynx sp.Las modificaciones antrópicas indican un acceso primario sobre las carcasas a través de la caza por emboscada o rececho.La cooperación fue, sin duda, un elemento clave para el desarrollo de estas actividades (Marín et al., 2017[19]).La mayor parte de estas estructuras son planas; otras aprovechan las concavidades formadas en la superficie travertínica, y otras están configuradas por bloques, plaquetas, y/o en forma de cubetas (Vallverdú Poch et al., 2014[4]).De este modo en las zonas dormitorio los fuegos se hacían siempre encima del anterior.Usualmente, las cuevas y abrigos no favorecen la preservación de madera u otros restos vegetales perecederos.El Nivel I contiene 16 hogares, y algunos bloques de travertino alineados a propósito.Estos restos permiten saber, por ejemplo, de que manera cortaban un árbol los neandertales o como organizaban su vida.