Sin embargo, no todos los Valar olvidaron la Tierra Media, y en particular Ulmo, Yavanna y Oromë instaban a los demás a retomar la Tierra Media para que los primogénitos de Eru tuvieran un lugar pacífico donde nacer y Melkor no les hiciera daño.
Fue cuando se elevaron por primera vez las estrellas de la constelación Menelvagor (Orión) y la estrella Helluin (Sirio), cuando se dice que los elfos despertaron, a las orillas del lago Cuiviénen, muy al oriente de la Tierra Media.
Sin embargo, se dice que tiempo atrás Melkor ya los había descubierto y corrió los rumores del horrible cazador para provocar el miedo entre los elfos cuando conocieran a Oromë, cosa que así sucedió entre algunos.
Los Valar decidieron que debían proteger a los Eldar, y para ello le hicieron la guerra a Melkor, al cual terminaron venciendo y Utumno terminó destruida (pero su fortaleza occidental, Angband, al norte de Beleriand, sobrevivió y ahí quedaron custodiando Sauron y los Balrogs, en espera del regreso de su amo); Melkor fue apresado y llevado a Aman, donde debía cumplir una condena de Tres Edades en las Estancias de Mandos, para volver a ser juzgado.
Los Valar decidieron entonces mandar llamar a los Elfos a Aman, para que vivieran en paz eterna a su lado, aunque algunos como Ulmo preferían que se quedaran en la Tierra Media desarrollándose por sí mismos y sin su intervención, pero esta postura no prevaleció.