Perteneció al Ateneo de La Laguna desde 1960[9] y ocupó la presidencia del mismo en diferentes mandatos.
Según Luis Alemany, a este grupo generacional pertenecerían también: Pedro Lezcano, Julio Tovar, Isaac de Vega, Ventura Doreste, Rafael Arozarena, Carlos Pinto Grote, y Enrique Lite.
Pero Alfonso García-Ramos es, a la vez, un nexo entre esta generación y el que José Domingo denominara “Grupo Universitario de La Laguna”, integrado por Gilberto Alemán, Violeta Alicia, Eliseo Izquierdo, Arturo Maccanti, Felipe Baeza, Fernando García-Ramos, Emilio Sánchez Ortiz y Elfidio Alonso.
[14] Desde su primera juventud se manifestó su temprana vocación literaria y siendo alumno de la universidad lagunera colaboró muy activamente con la tribuna del Ateneo, la Casa del estudiante y, de forma especial, con la revista universitaria Nosotros.
Esta novela tiene una estructura narrativa realista en el sentido de que la acción y los personajes de libro aparecen nítidamente dibujados sin ambigüedades ni secretos, si bien esa realidad, seleccionada trasciende la mera estampa costumbrista.
En 1985 esta obra fue llevada a los escenarios por la compañía "Samborombon-Teatro", en una adaptación teatral realizada por Pascual Arroyo, con escenografía del pintor Gonzalo González y música de Alberto Delgado.
Alfonso García-Ramos trabajaba en el libro Cuando la yerba era verde, “memorias líricas y mínimas” -como las denominaba su autor- cuando la enfermedad que padecía truncó su vida.
Pero es al llegar a la Universidad de La Laguna cuando tomó contacto con el periodismo juvenil, primero en la revista Arriba España y luego en Nosotros, promovidas por el SEU del Distrito Universitario.
[24] Ya en la Escuela oficial de Periodismo de Madrid, enviaba frecuentes colaboraciones a los periódicos El Día y La Tarde, trabajos en los que ya se manifestaba su preocupación por los temas sociales y políticos.
En Quisicosas se publicó Un barco en la "badía", con el que obtuvo en 1961 el premio de periodismo "Leoncio Rodríguez".