Víctor Zurita Soler

Su padre, Amado Zurita Colet, había llegado a la isla desde Aragón como telegrafista, y siguiendo sus pasos Víctor Zurita con quince años y el bachiller recién terminado viaja a Barcelona para opositar al Cuerpo de Telégrafos.

[2]​ Tras obtener su plaza se matriculó en la Escuela de Telecomunicación de Madrid y al terminar sus estudios regresó a Tenerife para desempeñar el cargo de jefe del centro telegráfico de Granadilla de Abona hasta su traslado definitivo a la central en Santa Cruz de Tenerife, donde permaneció destinado hasta su jubilación.

Su verdadera afición era el periodismo que simultaneó toda su vida con su trabajo remunerado en Telégrafos.

Comenzó su andadura periodística en el periódico El Progreso pero también en sus primeros años fundó el semanario El Campo y colaboró en otras muchas publicaciones periódicas: El Sol, La Esfera, Blanco y Negro, Mundo Gráfico y Avante.

En 1927 junto con Matías Real y con la colaboración fundamental de Francisco Martínez Viera, fundó el diario La Tarde que dirigió hasta su fallecimiento y que fue la obra más importante de su vida y a la que dedicó su mayores esfuerzos.