La villa clerical y sus aldeas estaban organizadas como concejo abierto, característico de la Extremadura Castellana, y los vecinos se reunían en la ermita de Santa Lucía (considerada como la primera sede consistorial).
[5][6] El cargo de corregidor fue instituido en la Corona de Castilla por Enrique III en 1393 y puesto definitivamente en aplicación por los Reyes Católicos en 1480.
[7] En Alcalá de Henares y su Tierra, como era un señorío eclesiástico, el corregidor lo nombraba directamente el arzobispo de Toledo; este también elegía anualmente los cargos y oficios del Concejo, a partir de una lista propuesta por el concejo saliente.
Como contrapartida, en adelante los pechos y derramas reales y arzobispales se abonarían con cargo a los propios de la villa, salvo que resultaran insuficientes.
El mandato más corto fue el segundo que ostentó Juan Antonio Cumplido en 1936, que duró 34 días; en contraposición, el mandato más largo lo desarrolló durante 18 años Félix Huerta y Álvarez de Luna.