El topónimo Alcalá proviene del árabe al-qalat, «el castillo»,[3] y su predicado del hecho de que Alfonso II el Casto donara el pueblo, en el siglo XII, a los monjes de Santa María de la Selva Mayor, posiblemente una orden militar con origen en un monasterio francés.
Dado que la palabra Alcalá procede del árabe al-qalat («el castillo»), en este lugar debió de existir una fortaleza en la época musulmana.
[4] La economía se basaba fundamentalmente en la agricultura —trigo, cebada, avena, legumbres, patatas y hortalizas—, siendo su única industria la fabricación de cordellates.
A partir de ese momento y hasta finales del siglo XX se produjo una continua despoblación que se traduce en los 331 habitantes con los que contaba el municipio en 2020 (INE)[12] El pintoresco casco urbano del municipio se halla situado en la falda de una ladera, formado por una peculiar red de estrechas y empinadas callejuelas donde asoman características viviendas con fachadas enfoscadas y tejados rojizos.
El ábside es poligonal pero no apreciable al exterior, por tener adosadas la sacristía y una capilla.
[17] En las inmediaciones del municipio destaca el Santuario de la Virgen de la Vega, bello templo barroco del siglo XVIII, en cuyo interior se conserva una interesante imagen románica.
[4] En el camino hacia el anterior santuario, se levanta un impresionante humilladero, erigido en 1628.
Bajo una cúpula semiesférica sobre pechinas trapezoidales, cuatro arcos de medio punto configuran un recinto abierto que permite proteger al peirón sin ocultarlo.
Conserva la torre del homenaje, con varios pisos en altura, y presenta muros de mampostería reforzados con sillares en las esquinas.
Por otra parte, las Escuelas conservan en su fachada posterior una antigua portada románica.