ARA 9 de Julio (1893)

El 24 de noviembre Martín Rivadavia se hizo cargo del comando.

En la isla Martinica auxilió al buque faro Samborombón y el 29 de junio fondeó frente a Punta Indio.

No tuvo participación en la Revolución de 1893 y en diciembre pasó a dique seco en Montevideo.

La Primera Guerra Sino-Japonesa había estallado en agosto de ese año y el 17 de septiembre China había perdido el dominio del mar tras su derrota en la Batalla del río Yalu (1894).

Pese a que las condiciones eran en extremo generosas (a su valor agregaban un plus de £ 200.000 por los tres) el gobierno argentino desestimó la operación privilegiando tanto sus necesidades defensivas como su relación con el Imperio del Japón.

Reintegrado a la escuadra, en octubre se hizo cargo del mando el capitán de navío Atilio S. Barilari.

Tras participar de maniobras en el Atlántico Sur que se extendieron hasta Ushuaia, en septiembre pasó a desarme en Río Santiago.

En noviembre volvió al comando del buque el ahora capitán de navío Eduardo O'Connor, pasando a reparaciones.

En esa comisión capturó en Madryn a los vapores alemanes Namplia y Bahía Blanca, refugiados por temor a un ataque de las fuerzas inglesas que operaban en el Atlántico Sur.

Finalizado el conflicto, en noviembre asumió el mando en comisión el capitán de fragata Arturo Cueto y al mes siguiente como propietario el del mismo grado Luis Orlandini.

Durante 1925 permaneció sin comando asignado a la escuela de Aviación Naval.

Manteniendo la misma comisión, en 1929 estuvo al mando del capitán de fragata Rodolfo Barilari y en 1930 bajo el comando del teniente de fragata José R. Blanch.

En 1947 sus restos consiguieron ser reflotados y remolcados al dique seco de Dársena Norte para ser desguazados.