Nueva España (cañonero torpedero)

El Nueva España estaba dotado de un almacén de víveres para 45 días, aljibes con agua para un mes, un destilador para agua dulce y de mezcla, un servomotor para el manejo del timón y cabestrante de doble acción a vapor y a mano.

Gracias a la suscripción popular de los españoles que vivían en varios países hispanoamericanos se construyeron a finales del siglo XIX y principios del XX los cruceros Río de la Plata, Extremadura y el cañonero-torpedero Nueva España.

Participó en los actos del IV Centenario, donde fue uno de los buques que remolcaron a través del Atlántico las réplicas de las tres carabelas colombinas hasta Nueva York.

Destinado en el Apostadero de La Habana, visitó México en 1897.

Fue vendido en mayo del año siguiente a los navieros vascos Artaza y Barandiarán, de Bilbao, y tras sufrir una transformación en Santander en 1917.

Cañonero torpedero Nueva España en 1892