Ética laica

Fernando Savater, en su obra la Ética para Amador, le dice al hijo ¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida?Uno de los principales obstáculos a la práctica moral o la ética es el determinismo, las tradiciones, hábitos, las conductas aprendidas, que no dejan la libertad necesaria para que el individuo haga su propia elección, sino que la sociedad le quita esa elección, y no puede por ende responsabilizarse a plenitud de sus elecciones y su conducta.Así las órdenes y costumbres son elementos externos, deseos de una sociedad que te imponen sus exigencias sin pedirte permiso.Por otro lado, los caprichos salen de adentro, pero van ligados al placer, por el placer mismo, sin ver las consecuencias o si existen otros elementos que realmente nos satisfagan más o que sean más provechosos, para nuestra existencia.Parece que la gente quiere seguir enseñando la moral y la ética con los castigos y la premiación en lugar de enseñar a los hijos e hijas a decidir correctamente, enseñarle a tener un pensamiento crítico, para poder discernir y desarrollar su razonamiento en total libertad, que es lo único que nos da una satisfacción personal.Esto evidentemente, le deja muy poco margen de maniobra a la elección ética personal.Quieren controlar la sexualidad de los demás, porque el placer da mucho miedo, porque es muy fuerte.Las sociedades siempre han intentado evitar que sus miembros se aficionasen a darle marcha al cuerpo a todas horas, olvidando el trabajo, la previsión del futuro, y la defensa del grupo.Debemos tener siempre presente que sentirse a gusto con uno mismo es la condición necesaria para relacionarse con otros de manera libre y enriquecedora, para lo cual es importante reconocer lo que cada uno tiene de único y maravilloso.Las soluciones las da implícitamente, Fernando Savater en su libro, Ética para Amador y es que debemos crear sociedades más humanas, menos mecanizadas y materialistas, en donde a cada uno le sea posible desarrollar su potencial único e irremplazable, en dónde pueda ser totalmente libre de ser y por lo tanto en dónde alcance la alegría plena, lo que lo hará menos reactivo, negativo a su entorno, reduciendo así frustraciones, violencias y desavenencias en general.Por eso debemos desarrollar la templanza para poner el placer al servicio de la alegría.Cuando aprendemos a considerar los intereses del otro como si fuesen los propios, cuando desarrollemos esta empatía que nos haga tener mayor consciencia social, y por lo tanto tener mayor responsabilidad social individual, y general.Hay quienes afirman que la religión no es necesaria para el comportamiento moral en lo absoluto.Incluso sin la religión, incluso como no creyentes, tenemos la capacidad de promover estas cosas».En otras palabras, alguien que siguiera todas estas prohibiciones apenas evitaría ser un criminal, sin actuar como una influencia positiva para el mundo.Thomas Henry Huxley escribió en Evolución y ética en 1893 que las personas cometen un grave error al intentar crear ideas morales a partir de la conducta animal en la naturaleza.Él comentó: El famoso biólogo y escritor Stephen Jay Gould ha declarado que «las respuestas no serán descifradas pasivamente desde la naturaleza» y «el estado factual del mundo no nos enseña cómo nosotros, con nuestra capacidad del bien y del mal, debemos alterarlo o preservarlo de la forma más ética».[5]​ La publicación de English Secularism por George Jacob Holyoake en 1896 define al secularismo así: «El secularismo es un código del deber que es propio de esta vida, fundado en consideraciones puramente humanas, y destinado principalmente a aquellos que encuentran a la teología como indefinida, inadecuada, poco fiable o increíble.Sus principios esenciales son tres: (1) La mejora de esta vida por medios materiales.[6]​ Holyoake sostuvo que el secularismo no debe tener ningún interés en absoluto sobre cuestiones religiosas (ya que no eran relevantes), y por tanto, debía distinguirse del librepensamiento y del ateísmo fuertes.Aunque algunas teorías utilitaristas podrían buscar maximizar otras consecuencias, estas consecuencias por lo general tienen algo que ver con el bienestar de las personas (o de las personas y los animales no humanos).[7]​ Así, ella afirmó en su libro El nuevo intelectual que su moral está contenida en un solo axioma.[7]​ Ayn Rand también ha acuñado la frase «Existo, luego pienso» como un condensación del método.[10]​ Declaración de ética empresarial y profesional centrada en cuatro preguntas «sobre las cosas que pensamos, decimos hacemos»: Este documento fue formulado por el rotario Herbert J. Taylor en 1932, y adoptado por Rotary International en 1934.Ellos son: En marzo de 2011 el filósofo británico Anthony Grayling publicó la obra The Good Book —El buen libro, en español—, con los subtítulos A Humanist Bible —Una Biblia humanista— y posteriormente A Secular Bible —Una Biblia secular—.El libro también contiene un resumen de los descubrimientos científicos del siglo XIX hasta la actualidad.El último volumen del libro presenta su propia versión de los diez mandamientos —The Good 8:11 (Lo bueno)—: