En esta acción se distinguieron notablemente el Gran Capitán, Álvaro de Luna y Ayala y el cordobés Diego de Cárcamo, primo del Gran Capitán.
Al año siguiente participó en la toma de Álora.
En 1486, tras la capitulación de Loja, los cristianos tomaron posesión del pueblo.
[4] En 1494, falleció su padre, Pedro de Luna y Manuel, a quién sucedió al frente del Señorío de Fuentidueña.
[2] En 1505, renunció a la alcaldía de la fortaleza de Loja en su hijo primogénito, don Pedro de Luna y Bobadilla, que a su muerte le sucedería como III Señor de Fuentidueña.