Antonio de Luna y Enríquez de Almansa (?–1605), fue un noble y militar castellano, titulado I conde de Fuentidueña, VII Señor de Fuentidueña y II Señor de Huétor Tájar.
En enero de 1569, por orden de Felipe II, marchó a Granada para apoyar al capitán general en el aplastamiento de la rebelión.
En 1581, su padre falleció en la Conquista de Portugal donde participaba como capitán de los continos de las Guardias de Castilla, puesto en el que también le sucedió y que mantuvo hasta su muerte.
[2] En 1586, falleció su madre, pasando a la tutela de su abuelo, Antonio de Luna y Valois, VI Señor de Fuentidueña.
[2] En 1602, Antonio de Luna y Enríquez de Almansa fue elevado a la dignidad de conde por el rey Felipe III sobre todas las tierras y rentas de lo que era hasta entonces Señorío de Fuentidueña, por lo que pasa a ser el primer conde de Fuentidueña.