Casa de Fuentidueña

La casa de Fuentidueña, fue una casa nobiliaria española, originaria de la corona de Castilla, que se remonta al siglo XV.

Su nombre proviene del condado de Fuentidueña, título de nobleza otorgado a la casa de Luna.

En el momento de su nacimiento, sus padres no estaban casados pero no existía impedimento para estarlo porque ambos eran viudos, por esta razón se le consideró hijo natural hasta que fue legitimado por el papa y el propio rey Juan II[3]​ El 14 de septiembre de 1443, el rey Juan II le concedió el señorío de Fuentidueña, designando como heredero en caso de no existir sucesión legitima a Juan de Luna y Pimentel, II conde de San Esteban de Gormaz, hijo legítimo de Álvaro de Luna, condestable de Castilla, y de Juana de Pimentel y Enríquez, condesa de Montalbán y prima del monarca.

[3]​ El 28 de junio de 1559, el rey Felipe II, otorgó la carta de venta del señorío jurisdiccional sobre Huétor Tájar a favor de Antonio de Luna y Valois, VI señor de Fuentidueña, lo que le permitió sumar el señorío jurisdiccional a los extensos dominios que su familia poseía en la zona desde tiempos de su abuelo, a cambio de cinco mil ducados de oro.

[4]​ En 1614, la Cámara de Castilla autorizó el matrimonio de Cristóbal de Osorio y Portocarrero, heredero del II conde del Montijo, con la II condesa de Fuentidueña, heredera del marquesado de Valderrábano, de forma que ambas casas continúen siempre juntas y el primogénito sea marqués de Valderrábano.