[5] La inversión térmica es frecuente en Fuentidueña, especialmente en invierno, en situaciones anticiclónicas fuertes que impiden el ascenso del aire y concentran la poca humedad en el valle del río Duratón, dando lugar a nieblas persistentes y heladas.
Este fenómeno finaliza cuando al calentarse el aire que está en contacto con el suelo se restablece la circulación normal en la troposfera; suele ser cuestión de horas, pero en condiciones meteorológicas desfavorables la inversión puede persistir durante días.
El caserío que en origen se localizó en lo alto de la ladera, en el entorno del castillo y la iglesia de San Martín se va desplazando hacia la ribera, en un proceso que se ha ido acelerando en las últimas décadas, ocupando en la actualidad el tercio inferior del recinto amurallado y la zona extramuros contigua, zona que ya era vital en la Edad Media como atestigua la existencia del puente y la iglesia románica de Santa María.
La segunda mitad del siglo XII y todo el siglo XIII debió ser la época dorada de la villa, que se rodeó de una amplia muralla, que pronto quedaría desbordada por el lado septentrional, como atestigua la existencia del templo románico de Santa María, convirtiéndose a comienzos del siglo XIII, en Comunidad de Villa y Tierra.
En la actualidad, la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña mantiene aún su estructura y su cabeza en esta villa, agrupando a 21 pueblos.