Iglesia de San Martín (Fuentidueña)

Las piedras del ábside dispuestas en tres mil trescientos cajones —370 toneladas— se trasladaron en camiones al puerto de Bilbao, donde llegaría un barco desde Nueva York y desde allí a su último destino: The Cloisters.

El templo, que anteriormente, en junio de 1931, había sido declarado monumento Nacional pasó a engrosar la lista del patrimonio desaparecido de Castilla y León.

El historiador y crítico de arte español Juan Antonio Gaya Nuño da cuenta de este acontecimiento en su obra «La arquitectura española en sus monumentos desaparecidos».

[3]​ La iglesia era similar al templo de San Miguel, un ábside circular servía de cabecera para su única nave, con cuatro medias columnas con sus correspondientes capiteles y una sucesión de canecillos historiados sustentando la cornisa.

[9]​ La rapiña y el expolio acabaron con el resto de los sillares que tenían algún valor e interés artístico o decorativo, y se pueden contemplar en construcciones próximas.