Necrópolis de Fuentidueña

En torno al perímetro de lo que fue el ábside de la Iglesia de San Martín se suceden múltiples sepulturas rupestres que están dispuestas en torno al perímetro que dibujan el ábside y el paredón norte de la iglesia de San Martín.Además, todas ellas se encuentran orientadas hacia el este, como las cabeceras de las iglesias, en dirección a la ciudad santa de Jerusalén, una tradición cristiana cargada de gran simbolismo.En algunas de ellas se observan restos de ladrillos rojos, tal vez porque han sido reutilizadas más tarde.Y no hay que descartar que también las haya en el interior del templo, como sucede en la ermita de San Miguel de Sacramenia.[1]​ Si nos atenemos a estas consideraciones, las tumbas no serán anteriores a los siglos XI o XII, y algunos autores opinan que bien pudieron ser importadas por los primeros repobladores, quizás procedentes de la zona de la actual comunidad autónoma catalana o de otras zonas donde fueron adquiriendo estas formas de enterramiento.