Por regla general es un aparejo de sillares algo voladizo,[2] a veces con moldura, sobre el cual va estribado un arco o una bóveda.
La imposta marca la línea divisoria entre un elemento arquitectónico que sustenta (columna, pilar o muro) y otro sustentado curvo (que puede ser un arco o bóveda).
Es por esta última razón por la que a veces se denomina como línea de imposta (líneas molduradas horizontales).
En el caso de los arcos, la imposta es la parte decorativa que enlaza al elemento sustentador vertical con la curva del arco.
También llamamos imposta al saliente prismático a modo de capitel rudimentario que se coloca sobre un machón o pilastra.