En el momento de su nacimiento, sus padres no estaban casados pero no existía impedimento para estarlo porque ambos eran viudos, por esta razón se le consideró hijo natural hasta que fue legitimado por el Papa y el propio rey Juan II[2].
[2] En 1446, tomó posesión efectiva del Señorío de Fuentidueña, trasladando su residencia a un palacio que construyó junto al torreón de Poniente actualmente conocido como Puerta del Palacio.
La protesta de los frailes por estos actos fue acallada con tanta violencia que el abad no se atrevió a regresar al convento hasta que llegó por juez pesquisidor Diego Manuel, alcalde del rey en la casa de la moneda de Segovia, y le ofreció seguridades.
Finalmente, su liberación se produjo mediante un intercambio de prisioneros, puesto que el bando real había apresado a la condesa y a su hijo.
Fruto de su segundo matrimonio nació al menos un hijo: