El pueblo está en la ladera de un cerro en cuya cima se encuentra la iglesia parroquial.
A diferencia del mediterráneo presenta un verano más suave, pero al contrario que en el oceánico hay una estación seca en los meses más cálidos.
[5] La inversión térmica es frecuente en Cuevas de Provanco, especialmente en invierno, en situaciones anticiclónicas fuertes que impiden el ascenso del aire y concentran la poca humedad en el valle, dando lugar a nieblas persistentes y heladas.
Este fenómeno finaliza cuando al calentarse el aire que está en contacto con el suelo se restablece la circulación normal en la troposfera; suele ser cuestión de horas, pero en condiciones meteorológicas desfavorables la inversión puede persistir durante días.
Tuvo también una galería porticada al estilo de las iglesias segovianas, que se modificó a mediados del siglo XX para crear una nave lateral.