[3] Varios temas recurrentes sobre los druidas se presentan en un gran número de registros grecorromanos, incluyendo los sacrificios humanos, su creencia en la reencarnación y su alto estatus social en los pueblos galos.La referencia más antigua de la que se tiene conocimiento data del año 200 a. C., aunque la descripción fehaciente más antigua proviene del general y político romano Julio César en su escrito Comentarios sobre la guerra de las Galias (50 a. C.).Escritores grecorromanos posteriores también describieron a los druidas, entre ellos Cicerón,[4] Tácito[5] y Plinio el Viejo.[10][11][12] Otros textos romanos también emplean la forma druidae, mientras que el mismo término fue usado por etnógrafos griegos como δρυΐδης (druidēs).[13][14][15] Aunque no han sobrevivido inscripciones romanas o célticas que alberguen la morfología de la palabra,[10] ésta es cognada con el céltico insular tardío, irlandés antiguo, drui (druida, hechicero) y el galés temprano dryw (vidente).Con base en todas las formas disponibles, la palabra hipotética del protocelta puede ser reconstruida como *dru-wid-s (pl.[20] Sin embargo, las fuentes referidas por escritores antiguos y medievales, junto a la evidencia arqueológica, pueden dar una idea de la forma en que desempeñaban su papel religioso.[28] César describió la doctrina del ancestro original de la tribu, a quien se refirió como Dispater o “padre” Hades.También resaltó que se reunían anualmente en un lugar sagrado en la región dominada por la tribu de los carnutos, en la Galia, pues ellos veían a la Gran Bretaña como el centro de los estudios druidas, y es por eso que no se encontraron entre las tribus germánicas al este del Rin.[42] Sean Dunham ha sugerido que César simplemente había tomado las funciones religiosas de los senadores romanos y la habría aplicado a los druidas.[46] Otros académicos ven en la conquista romana misma la principal razón de la declinación del druidismo.[47] No sería solo César, sino también otros escritores grecorromanos los que posteriormente comentarían sobre los druidas y sus prácticas, aunque ninguno de ellos daría tantos detalles como él.Todas éstas fueron escritas por monjes cristianos, quienes, según Ronald Hutton, «no han sido solamente hostiles con el antiguo paganismo, sino de hecho, ignorantes de él» y por eso no pueden ser particularmente fiables, pero al mismo tiempo, podrían proveer pistas sobre las prácticas del druidismo en Irlanda, y en menor medida, en Gales.[57] Mientras que en las fuentes irlandesas los druidas son caracterizados prominentemente, rara vez se los encuentra en sus contrapartes galesas.[58] La historiadora Jane Webster declaró que las «personalidades druidas... son poco probables de ser identificadas arqueológicamente»,[60] y dicho punto de vista ha sido secundado por Ronald Hutton, quien declaró que «ningún artefacto o imagen desenterrado se ha podido asociar indudablemente con los antiguos druidas».[61] No obstante, algunos arqueólogos han intentado ligar descubrimientos fehacientes con registros escritos de los druidas.Según Plinio el Viejo, fue el emperador Tiberio (del año 14 al 37 d. C.), quien introdujo leyes prohibiendo no solo a los druidas, sino también a otros adivinos y curanderos, acción que fue aplaudida por Plinio, creyendo que ello terminaría los sacrificios humanos en la Galia.[67] Sin embargo, la Historia Augusta es interpretada frecuentemente por académicos como una obra en gran medida satírica, y esos detalles pudieron haber sido introducidos de un modo cómico.Adicionalmente, los druidas son mencionados en la mitología irlandesa tardía, incluyendo la leyenda del guerrero Fionn mac Cumhaill, quien es educado por la druidesa Bodhmall, una mujer sabia,[68][69] de acuerdo con la Macgnímartha Finn, historia del siglo XII, perteneciente al Ciclo feniano.La palabra drui es usada siempre para traducir el latín magus y, en un pasaje, San Columba habla de Cristo como su druida.Así Martín detuvo la procesión levantando su cruz pectoral, y «después de esto, las pobres criaturas debieron, al principio, ponerse rígidas como piedras.John Aubrey (1626-1697) habría sido el primer escritor moderno que vinculó Stonehenge y otros monumentos megalíticos con los druidas; debido a que las opiniones de Aubrey fueron confinadas a sus cuadernos, la primera audiencia amplia para esta idea fueron los lectores de William Stukeley (1687-1765).John Toland (1670-1722) dio forma a las ideas sobre los druidas que estuvieron vigentes durante la mayor parte de los siglos XVIII y XIX.Toland fundó en Londres la Orden del Antiguo Druida, la cual existió desde 1717 hasta su división en dos grupos en 1964.Esta idea fue examinada y desechada después de la Segunda Guerra Mundial,[72] aunque sigue vigente en la historia popular.Los druidas comenzaron a figurar de manera importante en la cultura popular con la primera llegada del Romanticismo.La novela Les Martyris (1809), de Chateaubriand, narra el amor fallido entre una sacerdotisa druida y un soldado romano; aunque la idea de Chateaubriand era el triunfo del cristianismo sobre los druidas paganos, la temática continuó dando frutos.Sus escritos, publicados póstumamente como Los manuscritos de Iolo (1849) y Barddas (1862), no son considerados verosímiles por los investigadores contemporáneos.A pesar de ello, es imposible separar las fuentes originales del trabajo fabricado y, mientras que trozos y porciones del Bardass todavía se encuentran en algunos trabajos neodruídicos, los documentos son considerados irrelevantes por la mayoría de los investigadores serios.Nuevas formas de crítica filológica y métodos arqueológicos fueron desarrollados en el siglo XX, permitiendo una mayor asertividad en el entendimiento del pasado, y varios arqueólogos e historiadores publicaron libros sobre los druidas, llegando a sus propias conclusiones.
Ilustración del siglo
XIX
donde se representa a un druida junto a un roble.
Los Druidas
, representación fantástica de
Neuville
en el s. XIX.
Una ilustración de 1753 del “hombre de mimbre”, la forma de ejecución que usaban los druidas para el sacrificio humano, según Julio César.
Julio César, general romano y posterior dictador, quien escribió uno de los textos más antiguos y completos en que se describe a los druidas.
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38
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Corona del “Guerrero de Deal” usada posiblemente por druidas. Museo Británico.
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Ilustración ficticia de “Un archidruida y su hábito judicial”, tomado de
Las vestimentas originales de los habitantes de las Islas Británicas
, por S. R. Meyrick y C. H. Smith (1815). La
lúnula
dorada es copiada de la
Edad de Bronce
irlandesa.
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b
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