Adoración a los árboles

Asociado a la Navidad, sustituye en la mitología nórdica al fresno Yggdrasil, que fue derribado por San Bonifacio y plantó un abeto como símbolo del amor eterno de Dios.

Se decía que la rama más alta del aliso era la cabeza oracular cantora de este dios.

Para la mitología germánica, los espíritus del bosque se llaman Haselmönchen, que viven precisamente en las ramas de los avellanos.

Ya que en la Antigüedad clásica, las castañas eran el alimento de los difuntos en su viaje al Más Allá .

[1]​ A lo largo del tiempo, los árboles han tenido mucha importancia en diferentes culturas por todo el planeta.

También se inspiraban en la magia estacional de los bosques y crearon un horóscopo protector ligado a las fases lunares.

En algunos casos, los druidas residían en los árboles y ni siquiera se acercaban al pueblo.