César los menciona y describe sus funciones en los Comentarios a la guerra de las Galias.
El general romano se refiere a ellos bajo los nombres de princeps civitatis, principatus y magistratus.
No le estaba permitido ejercer el mando del ejército más allá de las fronteras, lo que obligaba a nombrar a un general y asegurarse de evitar que este acaparara demasiado poder.
[3] El vergobreto era elegido entre los nobles más influyentes y poderosos de cada ciudad.
En el caso del pueblo de los lemovices, se han barajado dos nombres: Sedulo, un guerrero muerto en Alesia al que César se refiere como dux et princeps lemovicum («jefe militar y civil»), que detentó probablemente el título de vergobreto; por otra parte, en la ciudad galorromana de Augustoritum se ha hallado una inscripción grabada en piedra, símbolo de una romanización incompleta, que reza: