Dragón

El dragón (del latín draco, y este del griego δράκων, drákon ‘serpiente’) es un ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente.La palabra aparece también en la tradición cristiana: el Apocalipsis se refiere a Satanás como el gran dragón, la serpiente antigua.[2]​[3]​ El término griego y latino se refería a cualquier gran serpiente, no necesariamente mitológica.A menudo, se ha creído que estos seres seguían vivos, generalmente en lugares lejanos.En ocasiones se distancian las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone, particularmente si se compara la idea de dragón que existe en el Extremo Oriente con la predominante en Occidente.Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa: entre otras culturas, esta interpretación se mantiene también en la mitología persa.Como ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.En Enuma Elish, una epopeya escrita alrededor del 2000 a. C., la diosa Tiamat era un dragón que simbolizaba los océanos y comandaba las hordas del mal, cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado.Esta imagen era empleada en la guerra, ya que en la bandera de Dacia aparece un dragón.En Oriente, el dragón siempre se ha considerado una criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna.En Japón, donde se les atribuye ser entes sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido, durante siglos, el emblema oficial de la familia imperial.[cita requerida] Las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.[cita requerida] La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del inframundo.Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y mitad diablo, luego convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren.Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos.En la mitología griega existen varios dragones que fueron usados por los dioses, o eran temidos por ellos mismos.En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las «serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa».Pero, a diferencia del Viejo Mundo, estos dragones no presentan unicidad en sus características predominantes, ni en sus actitudes, aun siendo de aspectos semejantes.Por ejemplo, el descubrimiento en el año 300 a. C., en Wucheng, Sichuan, China, fue marcado como uno de ese estilo por Chang Qu.O bien, las extintas serpientes arcoíris que posiblemente pertenecían al grupo de las Wonambi naracoortensis.[19]​ Hoy el mismo reptil Varanus komodoensis es conocido en español como Dragón de Komodo.En el libro An Instinct for Dragons,[20]​ el antropólogo David E. Jones propone una hipótesis acerca de que los humanos, al igual que los monos, hemos desarrollado reacciones instintivas contra las serpientes, los felinos gigantes y las aves de rapiña.
Un dragón alado que escupe fuego, dibujo de Friedrich Justin Bertuch , 1806.
Cuadro de Eugène Delacroix Apolo combatiendo con la serpiente Pithon .
Estampa japonesa de un dragón.
Dragón vietnamita en Hoi An , Quang Nam .
La leyenda de San Jorge y el dragón, por Paolo Uccello (siglo XV ).
Dragón del parque de Europa, situado en el barrio Cuatro Caminos en La Coruña , Galicia , ( España ).
Escultura de un dragón sobre el puente del Reino de Valencia , en Valencia (España) .