[3] Se recupera la tradición árabe del alicatado, en una estructura que tiene la épica de una leyenda almohade.
La cerámica está fabricada a la antigua usanza, con doble cocción y el empleo de sales minerales (cobre, hierro, cobalto, manganeso…) para conseguir los colores.
Estos azulejos puestos a la intemperie, en vez de perder el colorido, van mejorando con el tiempo, apareciendo nuevos tonos y matices.
De las aceras también parten sendas pavimentadas que conducen suavemente a las orillas.
La torsión del tablero es soportada por las reacciones verticales y horizontales en los estribos.